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MiniCV
Marino Pérez
Álvarez es Catedrático de
Psicopatología y técnicas de
intervención y tratamiento de la
Universidad de Oviedo y Especialista en
Psicología Clínica. Sus temas de
interés son actualmente la esquizofrenia
en una perspectiva fenomenológica y
cultural, las terapias contextuales y el
análisis crítico filosófico
del cerebrocentrismo, la patologización
de la vida y la psicología positiva. Es
autor de más de cien artículos en
revistas especializadas, así como de
numerosos capítulos en libros colectivos
y de libros. Entre los últimos libros
figuran La invención de trastornos
mentales (de 2007, como coautor), El mito del
cerebro creador (2011), Las raíces de la
psicopatología moderna (2012), Volviendo
a la normalidad: la invención del TDAH y
del trastorno bipolar infantil (2014, como
coautor) y Las terapias de tercera
generación como terapias contextuales
(2014).
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Resúmen
Verdades y
mentiras en Psicología. ¿Es oro
todo lo que reluce?
La ciencia,
en general, ha ido adquiriendo un especial
estatus social, especialmente a partir del
siglo XX. Hoy en día se es consciente
de su relevancia y de sus importantes
contribuciones en los más diversos
ámbitos. No obstante, eso no significa
que a lo largo de su recorrido
histórico no se hayan producido malas
actuaciones intencionadas por parte de
aquellos que se dedican a ella. La
Psicología, como disciplina
científica, también ha sido
objeto de reconocimiento social por sus logros
y aportaciones que han redundado positivamente
en las personas, sociedades e, incluso, en el
medio ambiente. Pero, asimismo, tampoco se ha
visto libre de lo que le ha sucedido a otras
disciplinas y no ha sufrido únicamente
el famoso caso protagonizado por Cyril Burt.
Mentiras, manipulaciones de datos, fraudes…
también se han producido y se producen
en el contexto de la Psicología. No
hace mucho, a raíz de la
publicación de determinados informes,
la Federación Europea de Asociaciones
de Psicológicos (EFPA, por sus siglas
en inglés) manifestó su rechazo
al fraude científico, que ha
experimentado un notable aumento en los
últimos años. Resulta obvio, que
todos los sectores implicados deben sumarse al
esfuerzo de erradicar determinado tipos de
prácticas que producen efectos
negativos y, en ocasiones, muy perjudiciales.
Para tal fin, es necesario detectar y analizar
las causas de las mismas
-¿podrían ser la
consecución de financiación, la
búsqueda de prestigio o el ascenso en
la carrera? ¿Existen otras razones?-.0
Igualmente, hay que establecer medidas que las
dificulten o impidan. En esta tarea,
además de los propios psicólogos
considerados individualmente, juegan un papel
importante, entre otros, consejos editoriales
de revistas, comités
deontológicos y colegios y asociaciones
profesionales.
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